Pekín / Washington – 3 de mayo de 2025 — El Ejército Popular de Liberación (EPL) de China ha hecho pública, por primera vez desde 2007, la información técnica de su submarino de misiles balísticos de propulsión nuclear Tipo 094, un pilar clave de su fuerza de disuasión estratégica.
Durante una jornada de puertas abiertas de la Marina china, se expusieron carteles que detallan que el submarino cuenta con un desplazamiento sumergido de 11.000 toneladas, una velocidad máxima de 30 nudos y una capacidad operativa a profundidades de hasta 400 metros, informó este viernes el diario South China Morning Post.
La Armada china posee al menos seis unidades de este modelo, y se presume que más están en producción. Equipados con 12 misiles balísticos JL-2 con ojivas nucleares —de alcance estimado en 7.000 km— estos submarinos podrían alcanzar el noreste de Estados Unidos desde aguas cercanas a China. La última versión, el Tipo 094A, en servicio desde 2020, es aún más avanzada: incorpora misiles JL-3 con un alcance superior a los 10.000 km, cubriendo así la mayoría del territorio continental estadounidense.
Estos submarinos operan de forma autónoma, gracias a sus reactores nucleares, y pueden permanecer sumergidos durante meses, sin necesidad de reabastecimiento ni oxígeno externo, lo que los convierte en una amenaza difícil de rastrear.
Mientras tanto, en Estados Unidos, la jueza del Tribunal Supremo, Ketanji Brown Jackson, ha denunciado públicamente el clima de hostilidad que enfrentan los jueces federales. Nombrada en 2022 por el presidente Joe Biden, Jackson ha advertido sobre el aumento de amenazas físicas y represalias profesionales contra la judicatura, que atribuye a sectores vinculados con la administración del expresidente Donald Trump.
“Los jueces se están enfrentando a una creciente amenaza no solo de violencia física, sino de venganzas profesionales en todo el país”, declaró la magistrada, marcando un precedente como la primera integrante del alto tribunal en hablar abiertamente sobre estas tensiones.
Las revelaciones chinas y las advertencias en Estados Unidos se producen en un contexto de creciente rivalidad geopolítica, donde la disuasión nuclear, la seguridad judicial y la estabilidad institucional se entrelazan en el tablero global.