Bruselas, En el marco del 80 aniversario del devastador bombardeo atómico sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945, la Unión Europea ha reiterado su firme postura sobre la imposibilidad y la falta de justificación para llevar a cabo una guerra nuclear. En un contexto donde se percibe un aumento de "retórica nuclear irresponsable" a nivel global, la UE subraya los peligros que esto representa para la paz y la seguridad internacionales.
La preocupación se centra en el desarrollo de arsenales opacos y la aparición de nuevos actores que buscan adquirir capacidades nucleares. Estas acciones, según la UE, no solo amenazan la estabilidad mundial, sino que también debilitan el consenso colectivo de que "una guerra nuclear no se puede ganar y nunca debe librarse".
El presidente del Consejo Europeo, António Costa, ha enfatizado la importancia de no olvidar los horrores provocados por las armas nucleares, recordando que la humanidad aún lleva las cicatrices de esos eventos. En su mensaje, Costa instó a la comunidad internacional a honrar la memoria de las víctimas mediante un compromiso renovado hacia la paz y el desarme.
Por su parte, Kaja Kallas, alta representante de la UE para la Política Exterior y Seguridad, destacó la relevancia del Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares como pilar fundamental para el desarme global. Kallas abogó por la reanudación del diálogo estratégico y por la adopción de medidas concretas que promuevan una reducción continua de los arsenales nucleares.
La UE insiste en la responsabilidad compartida de transmitir a las generaciones futuras el legado de Hiroshima y Nagasaki, asegurando que este doloroso recuerdo sirva de base para la paz global. El desarme y la no proliferación, concluye Kallas, no son una opción, sino un deber colectivo que debe ser cumplido.