Nueva York, – En un movimiento que promete cambiar el paisaje del comercio informal en la Gran Manzana, el Concejo Municipal de Nueva York ha aprobado la Ley Preliminar 47, que despenaliza la venta ambulante sin licencia. Esta reforma elimina las sanciones penales que durante décadas afectaron a los vendedores ambulantes, aunque la actividad aún estará sujeta a multas civiles.
Anteriormente, operar sin una licencia podía resultar en penas de hasta tres meses de cárcel o una multa de 1,000 dólares, o incluso ambas. La nueva legislación, impulsada por la mayoría demócrata del concejo, busca aliviar la carga legal sobre estos comerciantes, predominantemente inmigrantes.
El cambio ha sido bien recibido por defensores de los derechos de los inmigrantes, quienes señalan que más del 95 % de los vendedores son inmigrantes. El objetivo es integrar estos negocios en un marco regulado y equitativo, disminuyendo el enfoque punitivo. Sin embargo, algunos comerciantes establecidos en áreas como el Alto Manhattan y el Bronx han expresado su preocupación sobre el impacto en el orden público y la movilidad peatonal.
Mohamed Attia, director del Proyecto de Vendedores Ambulantes del Centro de Justicia Urbana, ha instado a la administración del alcalde Eric Adams a aplicar la ley de manera justa, enfocándose en emitir citaciones civiles en lugar de medidas policiales.
Este cambio legislativo se produce en un contexto de operativos más estrictos contra el comercio informal, como el plan “Restaurar La Roosevelt” y la creación del Escuadrón de Calidad de Vida del NYPD, que ha aumentado la presión en lugares como Washington Heights.
Según cifras oficiales, en 2023 se impusieron más de 1,000 multas por venta ilegal, con el 82 % de estas por operar sin licencia. Además, casi el 80 % de las sanciones penales recayeron sobre vendedores negros o latinos, a pesar de que estos grupos representan solo la mitad de la población de la ciudad.
A pesar de que la Ley 47 es vista como un avance, activistas y organizaciones comunitarias consideran que aún queda trabajo por hacer para lograr un sistema más justo. En una ciudad construida por inmigrantes, sus leyes deben reflejar esta realidad, argumentan defensores.
Aunque no se han registrado operativos del ICE en Nueva York contra vendedores ambulantes, la comunidad sigue atenta a cualquier cambio, especialmente tras incidentes recientes en otras ciudades del país.