Santo Domingo, El Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor, conocido como Pro Consumidor, ha intensificado sus operativos de supervisión en establecimientos que comercializan útiles escolares, con el propósito de prevenir prácticas de publicidad engañosa que afecten económicamente a las familias dominicanas.
El director ejecutivo de la entidad, Eddy Alcántara, ha destacado que estos operativos se llevan a cabo en tiendas, librerías y papelerías de las principales ciudades del país, incluyendo el Distrito Nacional. La finalidad es asegurar que las ofertas cumplan con los estándares de veracidad y transparencia exigidos por la ley 3658-05.
La iniciativa también busca garantizar que los productos adquiridos por los consumidores cumplan con las características anunciadas. Los inspectores de Pro Consumidor, junto con los departamentos de Publicidad y Precios y Buenas Prácticas, están realizando verificaciones exhaustivas sobre las ofertas de uniformes, libros de texto, cuadernos, mochilas, loncheras, lápices, lapiceros y otros materiales escolares.
Alcántara enfatiza que es habitual realizar este tipo de inspecciones en períodos de alta actividad comercial, con el objetivo de evitar que padres y tutores caigan en ofertas engañosas que presentan útiles escolares como productos de alta calidad, cuando en realidad pueden ser defectuosos o diferentes a lo prometido.
La normativa de protección al consumidor, en su artículo 110, sanciona cualquier tipo de publicidad que, por acción, omisión o ambigüedad, pueda inducir a error al consumidor sobre la naturaleza, calidad, cantidad, precio o condiciones de un bien o servicio. Los comercios que incurran en estas prácticas enfrentarán sanciones que pueden incluir multas o la suspensión temporal de sus operaciones.
Finalmente, Alcántara insta a la ciudadanía a estar alerta y a denunciar cualquier indicio de publicidad engañosa o malas prácticas comerciales a través de los canales oficiales de atención al consumidor, reafirmando así su compromiso de proteger el bolsillo y la seguridad de las familias dominicanas, especialmente durante la temporada de regreso a clases.