San Francisco, Un juez federal en California ha desestimado una demanda crucial contra Meta Platforms, acusada de violar las leyes de derechos de autor al utilizar obras literarias protegidas para entrenar su modelo de inteligencia artificial generativa LLaMA.
El juez Vince Chhabria, del distrito de San Francisco, dictaminó que el uso de estas obras por parte de Meta fue lo suficientemente “transformador” para ser considerado como “uso legítimo” bajo la legislación de los Estados Unidos. Este fallo se suma a una serie de decisiones judiciales recientes que benefician a las empresas desarrolladoras de inteligencia artificial, incluyendo un veredicto similar en el caso contra Anthropic, responsable del modelo Claude.
Sin embargo, el juez Chhabria también reconoció la validez de los argumentos presentados por los autores demandantes, quienes advirtieron que el uso de sus obras para entrenar modelos de IA podría dar lugar a herramientas que compitan en el mercado literario, afectando así el valor económico de los libros originales.
La demanda destacó el uso sin autorización de títulos como “The Bedwetter” de la comediante Sarah Silverman y “La breve y maravillosa vida de Oscar Wao” del escritor Junot Díaz. En un contexto donde el entrenamiento de modelos de lenguaje requiere vastos volúmenes de datos, un número creciente de autores, músicos y medios de comunicación han emprendido acciones legales contra empresas tecnológicas por el uso no autorizado de su contenido.
Las compañías tecnológicas, por su parte, defienden que el uso de este material está amparado bajo la doctrina del "uso legítimo" y es esencial para el avance de la tecnología. Un portavoz de Meta expresó su satisfacción con el fallo judicial, afirmando que los modelos de IA de código abierto están promoviendo innovaciones transformadoras y que el uso legítimo de material protegido es fundamental para el desarrollo de esta tecnología.
La controversia sobre el uso de obras protegidas en el entrenamiento de modelos de IA sigue suscitando un intenso debate legal, mientras más creadores buscan proteger sus derechos frente al avance imparable de esta tecnología emergente.